Evaluaciones físicas

Antier, en la amada UNAM, participé en las evaluaciones físicas semestrales que se realizan. Requisitos: Credencial de estudiante o trabajador, ropa deportiva, ánimo y un poco de paciencia por si llegan a un horario pico (se realizaron de las 11 am a las 4 pm y la evaluación total consta de una hra y cuarto).

Trotamos (o corrieron o caminaron) una milla, corrimos 40 mts, realizamos una prueba de agilidad, hicimos abdominales, lagartijas, ejercicios para lumbares, sentadillas, y dos pruebas de flexibilidad, finalizando con el salto de vertical ( en una pared se salta sin impulso).

La dinámica es sencilla, se forman grupos de 30 personas y se realizan las pruebas con un jefe de grupo que es el que se encarga de llevar los registros personales, ayudado de los evaluadores físicos.

Esta prueba la había hecho hace año y medio. Así, pude disfrutar de un estudio longitudinal (con longitud de 2 datos)  y ver como ha cambiado mi cuerpo: He subido 5 kgs (upss! y eso que ya adelgacé, jajaja), he mantenido la fuerza, he perdido velocidad y agilidad, he mantenido la resistencia y he ganado flexibilidad. En resumen: me estoy conviertiendo en un panda veterano.

Los invito a una evaluación de este estilo. Ya en serio, además de gozar viendo la curva de la vida cuantificada, se pueden detectar problemas notorios:  a un acompañante le notaron que está regular, exceptuando por la flexibilidad, y a otra que tiene un rendimiento superior, exceptuando por la fuerza en sus brazos, donde tiene que trabajar focalizadamente.

Y si no se animan, pues al menos vayan a un examen médico!
Uno cada 5 años, no hace daño.