La ciudad de la furia

19/10/2009 12:12:39 a.m.

Ora que vivo en la Cd. de la furia (o la de buenos aires), he aprendido y desaprendido varias cosas. Neta que se me ocurre algo serio para escribir, pero como ese es un plan a futuro, al menos escribiré unas observaciones relight para contar algo.

Me gusta el ambiente de pueblito que hay aquí. Y sin embargo, que sí sea medio ciudad, con muchas comodidades y servicios. De pueblito tiene: tiendas chiquitas, gente cálida y amable en todos lados (contrario al mito semicierto de que los porteños son pesadísimos…después explico), conexiones simples para llegar a cualquier lugar, confianza en la policía, crimen sectorizado aunque existente, y en gral. un ambiente de barrio unido en casi cualquier parte de la ciudad.

De ciudad, tiene edificios mamones construidos a finales del siglo XIX y principios del XX, autopistas grandes (de verdad grandes) que conectan b.aires con la zona conurbada (el gran b. aires), aspiraciones colectivas de ser gran urbe (e incluso sentir o querer tener una ciudad europea).

Que son latinoamericanos o quieren ser los más europeos. Ambas afirmaciones ciertas: los porteños quisieran ser todos europeos. Pero por otro lado muchos sí lo son, tienen su pasaporte italiano y todo, o al menos una ascendencia directa y familia allá. Su fuerza y su debilidad. Fuerza por darles aires de superioridad respecto al entorno (justificados o no, otra cuestión) y porque en verdad ellos esperan mucho de sí mismos (desgraciadamente algunos mexicanos esperamos mucho menos de nosotros de lo que deberíamos). Debilidad porque pareciera que no aceptan por completo su esencia de latinoamericano. Yo, por decir algo o alguien, como mexicano, me siento completamente latinoamericano. Si fuese a otro lugar, incluyendo Europa o España, sería siempre latino. Quizá podría vivir allá, pero siempre cargaré dentro de mí, mi raiz mestiza: combinación de español, indio y negro. Hace poco ví un documental sobre latinoamérica que afirmaba que el paisaje en que uno nace se carga para siempre…y la gente lo reconoce; se lleva cargado en la mirada, en los ojos y se muere con él.

A veces, pienso que lo que yo cargo es una unidad habitacional. el lugar bienamado donde yo crecí. Yo lo sabía desde antes de estar aquí. A mi amigo Edgar le contaba que si naciera en el mundo del Rio (Philiph Jose Farmer) haría lo posible por construir una unidad así (aunque sea una cochinada desde el pto de vista arquitectonico). Hace unos días me sorprendí acariciando un ladrillo, en un lugar que se parecía a mi casa: unas vías del tren, construcciones de ladrillo a los lados con graffitis, etc. Me parecía un lugar verdadero: no como las casas yankees que se ven en tele, o los barrios lindos con casas grandes que veo a veces. Lo perfecto y lo superorganizado despierta mi recelo…me hace sentir que estoy en un lugar falso o inexistente. En cambio, los pueblitos con algo de miseria, las ciudades cochinas y desorganizadas me parecen los lugares verdaderos. Es una intuición en parte cierta; son los lugares en donde vivimos la mayoría de las personas del mundo.

Qué me gusta de la cd. de la furia? Que el choripan y los churrascos se puedan comer casi como golosinas en días domingueros. Que la carne sea practicamente un regalo (un kg de un corte bueno entre $30 y $50). Los alfajores, el dulce de leche, en gral. la repostería es muy rica. Y los helados son deliciosos. La pizza y la pasta no van nada mal. Gran parte herencia italiana. Que sean tan solícitos y amables, a pesar de la primera impresión, que siempre es que son gente fría. Que el procentaje de la propina sea más bajo, 10% considerado una buena propina (según yo no debería ser un porcentaje sino una cantidad fija…los meseros de cualquier lugar trabajan casi lo mismo, no se debería premiar tanto al que trabaja en un lugar rico ni joder al que trabaja en un restoran común!). Me encanta salir y saber que habrá transporte público las 24 hras y que casi todos los lugares son seguros! Así se puede volver a cualquier hora sin temor al alcoholímetro, a los asaltantes, a dejar autos en lugares peligrosos, etc. Ah y jugar fútbol o rugby aquí es divertidísimo, son muy buenos y casi cualquier persona tiene una buena idea de la táctica, no se juega nomás a pelotear. Sus palabras a veces son chistosas… a Rosa Fresita la llaman «frutillita». «Bondi» para camión (refiriéndose a la abreviatura de bondinho, la palabra brasilera). «Canilla» para llave de agua. «Cueritos» para empaques de tuberías.

Y qué me disgusta? Que se les de propina a los taxistas! A pesar de que son más profesionales que en chilangolandia, no me parece que sea para tanto. Y si no les das se encabronan y refunfuñan. Que a veces sean de verdad gritones y cansen los cabrones. Aquí he aprendido a que si quieres participar en algo en una fiesta, no basta hablar fuerte, hay que gritar. Y para llamar la atención de veras, hay que hacerlo gritando histriónicamente. Que sean medio burdos para el «doble sentido» que en realidad aquí no tiene nada de doble sentido, es el sentido cerdo nomás; en gral, que les falte un poco de sabor latino, no bailan bien, ni se oye la cumbia tanto como en otros lugares. Que haya machismo…aunque allá tengamos igual.  Que algunos sí sean creidos.

La ciudad de la furia me ha recibido bien.

DISCURSO AÑEJO

Este discurso fue pronunciado antes de la Semifinal de Categoría Intermedia Cheyennes IPN VS  Zorros de Querétaro (2004), en el camión del equipo ofensivo de Cheyennes IPN. Por supuesto, es un homenaje a un montón de discursos famosos, no un simple plagio.

Enero,2004.

 

Siempre fieles, siempre Cheyennes”

 

Anoche tuve un sueño.. soñé con la Beba y el animal agarrados de las manos, con Uriel y Román saltando juntos; el Pachón y el Star compartiendo lado a lado una cerveza. Tengo el sueño de que llegará el día en que las personas de este equipo (sin importar su tez roja como la Jitomata, u oscura como Jaimico, o blanca como Strevel) se sentarán juntos a la mesa, en la peda de la hermandad.

 

Pero existe un enemigo al acecho aún, un fantasma sombrío al que cada uno de nosotros tememos (no es Jaimico),una sombra repugnante adherida a cada quién; aquél lado oscuro de nuestro ser, nuestra imposibilidad para vencer: la mediocridad.

 

En la Biblia está escrito: «Lo que no es ni caliente ni frío lo quiero escupir de mi boca». Esta frase del gran Nazareno ha conservado hasta el día de hoy su honda validez. El que quiera deambular por el dorado camino del medio debe renunciar a la consecución de grandes y máximas metas. Hasta el día de hoy los términos medios y lo tibio pueden ser la maldición de los Cheyennes. Y por eso yo digo: el que no esté con nosotros está con los pinches zorros.

 

¡Hoy tengo un sueño!

 

Debemos entregar juntos nuestro cuerpo y alma en este partido. Estamos obligados a jugar sin titubeos, sin piedad y mucho menos complacencia. Aún con el jersey orinado (es una metáfora), con desgarres en el cuerpo, recién infiltrados; los Cheyennes no debemos rendirnos, pues nuestra alma cantará aún mas fuerte que el dolor.

 

¡Hoy tengo un sueño!

 

Cada corrida será un flujo de asteroides y entonces cada cuerpo estará flotante, cada espíritu luchará por superar al adversario; en la soledad de cada jugada, pero estará compartiendo fuerza, al igual que los planetas giran coordinados (Este chaparro debe ser mercurio). La unidad sustentada por el compañerismo debe ser la base de nuestro triunfo.

 

¡Hoy tengo un sueño!

 

Y ahí de aquel zorro que se atreva a intentar atravesar nuestra línea de golpeó, pues Piño promete (de manera literal) comérselo vivo.

 

¡Hoy tengo un sueño!

 

Uriel añadirá a cada gran acierto, un poco más en las patadas, para terminar de manera contundente con aquellas zorras (perdón zorros, que tal que te enamoras Uriel).

 

Juguemos con huevos, con cabeza y corazón!! (Como chicos rudos pero siempre con un gran corazón!)

 

Por eso les digo a ustedes, mis amigos, que aunque enfrentemos las dificultades de hoy y mañana, aún tengo un sueño: el campeonato para Cheyennes.

 

Siempre fieles, siempre Cheyennes.

 

Parejos

12/04/2009 01:51:31 a.m.

(AL ESTILO AÑEJO PERO NO ES AÑEJO).

Yo estaba dando la espalda, porque el zoquetín de Carlos no dejaba de fregar con el mini-videojuego. Y ya me traía hasta la madre. Volteé lo más rápido que pudé pero la verdad ni ví. Tuvimos suerte, nos dió un rozón que nos hizo girar y  abolló toda la puerte y la salpicadera derecha pero  no pasó a mayores. Carlitos, rebien, asustadísimo, pero bien. Antes de que pudiera evitarlo, estaba abajo conmigo. Le dije que no se bajara pero no me obedeció. Nos subimos de nuevo y orillamos el auto.

La Hummer que nos pegó sí estaba hecha mierda. No frontalmente, pero se pegó reduro en el lado derecho con el muro de contención. Me sorprendió verla así, yo que sentía que la camioneta esa era prácticamente una tanqueta. Carlitos me preguntó que si estaban bien. Y hasta ese momento pensé en las personas de la Hummer. Hablé inmediatamente: al seguro y a la Cruz Roja (traigo los teléfonos en el tablero, por la loca de mi mujer). En ambos me dijeron que enviarían ambulancias enseguida.

Se tardaron unos 10 minutos en llegar. Llegaron los del seguro con la ambulancia, y lo primero fue preparar todo para trepar al que era (afortunadamente) él único tripulante. Era un tipo maduro pero con indumentaria juvenil, de unos 44 años; bien vestidito, se veía como todo un adulto contemporáneo: de esos que cagan dinero. A pesar del gran impacto lucía razonablemente bien. Tenía sangre en el rostro sí, pero aparentemente no tenía nada más, fuera de parecer hecho de trapo. Mi morbo me impidió evitar que Carlos saciara el suyo. Ya se había puesto a mi lado para observar cómo lo sacaban y lo subían. El «ejecutivo» de los seguros también se regodeaba, sin hablarme.

En eso, que llegan los de la Cruz Roja.
– Qué hacen, qué hacen ! Déjenlo ahí. Ya nos lo llevamos.-
– No, ya lo tenemos casi encima. Este señor es nuestro cliente y va directo al hospital que le proporciona su seguro de camino.-
– ¿Es cierto eso? ¿Es su pariente? –

Me voltearon a ver a mí.
– No, el señor chocó con nosotros, simplemente. Yo llamé a mi seguro por el golpe que le dió al Platina y llegaron ellos.-

Híjole, casi me arrepiento de decir la verdad. Los del seguro, que me parecieron atentos y serviciales por su prontitud a atendernos, me voltearon a ver con cara de hijos de la chingada y hasta rojos pensé que se verían, a pesar de la semioscuridad en la que estábamos. Uno de los dos camilleros del seguro se intentó ver listo y empezó a subir al señor. Pero el otro venía casi corriendo a reclamarme. Afortunadamente, para mí, los otros dos de la Cruz Roja fueron a impedir que subieran al señor, forcejeando con el camillero solitario.

– ¡Que nos los llevamos nosotros, pinches buitres, bájenle ya de huevos!-
– ¡Hijo de tu rechingada madre, te voa partir el hocico si no dejas ya al señor, no mames, ve cómo lo están zarandeando!-

El camillero del seguro que venía hacia mí se retachó de volada, y bien encarrerado le intentó dar un golpe en la nuca al que antes jaloneaba y ahora sostenía al señor herido. Pero el camillero de la Cruz, un gordito trabadón, se hizo bolita a tiempo y nomás recibió el fregadazo en la espalda, cayendo sobre el señor. El otro del seguro, un joven alto y flaco, le soltó un certero puntapie al gordito en la cabeza e hizo un doble acierto: terminó con el gordito y se lo quitó al señor herido de encima. Pero el otro de la Cruz, uno de medio pelo, con ojos de loco, cargaba navaja. Se la clavó por detrás al joven, por un lado, y se vió reclarito como se la hundió y se la sacó.

En eso decidí que ya era bueno de espectáculo para mi Carlitos y me metí corriendo jalándolo a él al carro. El otro monito de los seguros, el supuesto perito, ya estaba dentro de su vochito y lo ví llamando por celular. ¡Claro! A la policía, y así como estaba la cosa a otra ambulancia. Todavía podía ver, aunque ya no en detalle, lo que pasaba en la riña.

Con el otro tipo, el camillero del seguro que venía hacia mí, la cosa no fue tan fácil. El de la Cruz lo intentó atacar con la navaja, pero el del seguro lo pateó bien duro en el pecho. Cuando el del seguro lo persiguió para rematarlo en el suelo, el de la Cruz le cortó por el tobillo con la navaja. El del seguro, encabronado, le quitó la navaja y le empezó a dar golpes con la puerta del vochito (mientras su colega institucional se horrorizaba).
Se empezó a cansar, y era claro que con la sangre que le salía de la pierna no podía seguir en pie.

Ví la escena quieta por fin: el señor de la Hummer tirado, con el camillero gordito a un lado noqueado, el joven flaco tirado y con la sangre tiñéndole la espalda, y los otros dos mensos cerca del vochito del seguro, uno recargado apretándose la pierna, y el otro panza pa’arriba con un megachichón y despatarrado.

Decidí llamar a la Cruz Roja, también. – pa que estén parejos-, pensé.

BASADO EN UNA HISTORIA REAL.

Museo del Suicidio

Hola muchachones,

Quería escribir una entrada sobre "Las tribulaciones del joven Werther" y me acordé también en estos días del cuento "El club de los suicidas" de Robert L. Stevenson.

Así que buscando en la web el segundo relato (que por desgracia no encontré, ni siquiera en la gigapedia: mándenmelo si lo encuentran), me encontré este blog:

http://suicidiario.bitacoras.com/

 que tiene la intención de ser un Museo del Suicidio virtual. Aún no lo reviso por completo, pero me ha gustado lo que he visto. Hay literatura, cine, humor e historias suicidas. Se los recomiendo. Y me dieron ganas de escribir ya de otra cosa… ahí mismo leí entradas sobre lo que iba a escribir.

Ah, y por cierto, no todo es ficción respecto a este tema:

http://www.eluniversal.com.mx/grafico/87938_old.html

Cuentos añejos 1

No todos los cuentos saben bien al pasar el tiempo, pero trataré de irlos subiendo para que los prueben.

Éste se llama TERREMOTO.

Agosto, 2002.

 
 
Estabamos sentados en el corredor, como de costumbre; en la prepa existían grandes lagunas ocupacionales que nos dejaban tienpo para dedicarnos en la forma más pura al ocio. En ese día simplemente "pastoréabamos", que es una forma bastante soez de referirse a la revisión de las mujeres existentes en la escuela, como si fueran de nuestra pertenencia.

Otorgar un número parece natural en ese proceso donde se busca cuantificar la cosa menos objetiva del mundo: su belleza. Pero en fin, jóvenes y sin nada que perder lo intentábamos. Además, jugabamos sólo con números naturales, perdiendo de antemano la batalla.

 
Del 0 al 10 puede haber bastante distancia. El kibbutz de Cortázar no es alcanzable por todos. Y las chicas ni siquiera lo sabían…

 
En medio del desfile, improvisado en el corredor estudiantil, pasó una dama espectacular:  cabello rubio pintado, blusa verde limón ceñida al cuerpo, casí celándola, unos jeans apretando con suavidad (y quizá lástima) a unas nalgas inexistentes. Un verdadero sueño estudiantil: unos senos bien grandes.

 
Mientras caminaba la temblorina de su busto acompañaba a la de nuestros corazones. En ese mismo momento algo sobrenatural ocurrió: la tierra empezó a moverse.

 
Cuando terminaron los temblores, la asignación de calificaciones empezó más rápido que de costumbre; que si fue de 5.9 o de 6.2, decíamos muchos, mientras otros alegaban con fiereza que menos de 8.5 no era, de 9 era lo que le correspondía.

 
Una mujer estremece más fuerte que un fenómeno natural.

Días inquietos.

Hay días en los que aún te asomas. Como gato veloz, te siento pasar rápido a través de los rincones. Husmeando en las galletas, saltando en los mosaicos, horadando la penumbra. Más que reproches, lo que muestras es curiosidad por cómo soy. Cómo quisiera que tu sonrisa de niño alcanzara a comprender el camino que tomé.

Odio matarte; odio tener que ignorarte cuando sentado en medio de una cálida reunión  en casa de un amigo me pides que salga a la soledad, observe la noche y espere hasta que amanezca. O que busque bichos.

Y sin embargo, hay veces en que, picándome las costillas, me obligas a apartar mis libros, levantarme, decir "dame un momento" a mi chica, o "nos vemos después" a los preguntones usuales. Y entonces, con mi cara de menso, dibujo. Te dibujo a tí, porque sé que siempre quisiste dibujar a pesar de que decías que era diversión para imbéciles. Para compensar la forma en que ahora me permito bailar … aún cuando a veces no quiero.

Evaluaciones físicas

Antier, en la amada UNAM, participé en las evaluaciones físicas semestrales que se realizan. Requisitos: Credencial de estudiante o trabajador, ropa deportiva, ánimo y un poco de paciencia por si llegan a un horario pico (se realizaron de las 11 am a las 4 pm y la evaluación total consta de una hra y cuarto).

Trotamos (o corrieron o caminaron) una milla, corrimos 40 mts, realizamos una prueba de agilidad, hicimos abdominales, lagartijas, ejercicios para lumbares, sentadillas, y dos pruebas de flexibilidad, finalizando con el salto de vertical ( en una pared se salta sin impulso).

La dinámica es sencilla, se forman grupos de 30 personas y se realizan las pruebas con un jefe de grupo que es el que se encarga de llevar los registros personales, ayudado de los evaluadores físicos.

Esta prueba la había hecho hace año y medio. Así, pude disfrutar de un estudio longitudinal (con longitud de 2 datos)  y ver como ha cambiado mi cuerpo: He subido 5 kgs (upss! y eso que ya adelgacé, jajaja), he mantenido la fuerza, he perdido velocidad y agilidad, he mantenido la resistencia y he ganado flexibilidad. En resumen: me estoy conviertiendo en un panda veterano.

Los invito a una evaluación de este estilo. Ya en serio, además de gozar viendo la curva de la vida cuantificada, se pueden detectar problemas notorios:  a un acompañante le notaron que está regular, exceptuando por la flexibilidad, y a otra que tiene un rendimiento superior, exceptuando por la fuerza en sus brazos, donde tiene que trabajar focalizadamente.

Y si no se animan, pues al menos vayan a un examen médico!
Uno cada 5 años, no hace daño.

Harto tiempo

Harto tiempo sin escribir, pero iremos volviendo. Decía Mishima que un hombre no podía ser un hombre literario exitoso y un hombre de acción exitoso al mismo tiempo. Es decir la realidad y la imaginación pueden ser difíciles de combinar algunas veces. Pero espero que toda esta serie secuencial de eventos me deje un poco más de tiempo para leer y de vez en cuando escribir.

Judas Tadeo

Ayer me divertí paseando por toda la ciudad, utilizando el metro, haciendo hermosos y largos trámites.
Fue tan divertido como se pueden imaginar, pero hubo una agravante que ayudaba. No, no era la lluvia
(ni los retrasos de 50 minutos sobre los retrasos usuales de 20 minutos del metro que ella conlleva).
Tampoco tuve que tratar con un acosador (un frotteur), ni un carterista, ni un tipo con ganas de pegarle
a alguno de los 15 cuerpos que lo tocan al mismo tiempo en esas situaciones. No,…, muchas personas
cargaban un "cristo" (eso pensé al principio. Esculturas de entre 25 y 60 cm eran transportadas por
personas a las que se les adivinaba en el rostro una fé capaz de soportar los empujones y de
maniobrar precavida (y a la vez valientemente) sus ídolos, con tal de llevarlos a … a dónde? Pensé que
quizá era una tradición clásica, en la cuál transportas tu ídolo a tu templo favorito (para muchos la
Basílica de Guadalupe). Pero no era posible. Había gente viajando en TODAS las direcciones con el
ídolo a las 4 de la tarde (demasiado tarde para asistir a un evento masivo). Tampoco era probable que
sus hogares (y sus propios altares) fueran el destino final…porque, …porqué no transportaban de manera
más cuidadosa (envueltos en bolsas, guardados, etc) a sus esculturas a escala (espero que Judas no fuese
enano si existió). En fin.. sólo concluí que el 28 de abril, o el último lunes de abril, se conmemora el día
de pasear al idolito de nuestra preferencia. Según yo Tadeo es el bueno…Iscariote el malo. Pero acepto
correciones. Ya saben que de religión no entiendo mucho. Pero los ritos son fascinantes, no creen? Tantos
enigmas y tradiciones antiguos mezclados. De verdad, es muy interesante.

Por cierto ayer, ya es antier.

Se reciben abrazos

 
Por cierto, ya aprobé otros 2 exámenes de calificación de área (álgebra y probabilidad) con lo que he aprobado 3 áreas y estoy muy, muy contento. Me encantaría celebrarlo, pero ya saben que aunque me gustan las fiestas y reuniones, soy malísimo organizándolas y tengo poder nulo de convocatoria. Así que si alguien tiene un regalo o sugerencia, nomás digan!